La farsa de Only Fans: prostitución con cara de glamour
Only Fans se vende como una plataforma “sofisticada” a través de la cual las mujeres se “empoderan” generando ingresos propios y haciendo de ellas mismas su propia marca. Lo que hay detrás es lo contrario: prostitución virtual, cosificación de la mujer y el reinvento de la industria pornográfica.
Ilustración: Juan Ruiz @Jucaruiz
“Si piensas que vas a empezar en Only Fans y no habrá consecuencias, te equivocas. No dependas de Only Fans como tu fuente de ingresos. Realmente solo quiero que aprendan de mis errores”, mencionó Jada Everon, una creadora de contenido fitness en un video en su cuenta de YouTube, en donde habló sobre cómo entró a esta plataforma después de que una amiga la convenciera de hacer parte del “negocio soñado”.
Al inicio, Jada solo publicaba fotos en su Instagram con un tono provocativo, pero después de que muchas personas le dijeran que ella podía ganar más dinero en Only Fans, decidió abrir su propia cuenta y ahí empezó lo que para ella ha sido “la decisión más equivocada que ha tomado en su vida”.
Los suscriptores, según ella, llegan a la plataforma con la intención de recibir contenido sexual. Si no se genera ese tipo de contenido, así la mujer haya iniciado con imágenes o videos sexualmente sugerentes mas no explícitos, llega el momento en el que automáticamente se pierden suscriptores. Esto, cuenta Everon, significa una presión constante para complacer las demandas de la persona que está pagando, con el objetivo de mantener o incrementar los ingresos.
Otra de las confesiones de esta joven es que aunque Only Fans se vende como un “pasatiempo”, poco a poco se vuelve un trabajo de tiempo completo. “Probablemente tengas que pasar muchas horas al día trabajando para generar contenido. Es como un trabajo de oficina. Por otro lado, si a los suscriptores no les gusta o les aburre tu contenido, no puedes mantener las ganancias que recibes. Es una completa estafa”, dijo Jada Everon.
“Los suscriptores solo están pagando para ver desnudos, videos sexuales y contenido de este tipo. Si lo que ven no alcanza sus expectativas o lo que ellos se imaginaban que iban a verte hacer, entonces van a cancelar la suscripción. Al menos que tu estés de acuerdo con hacer ese tipo de cosas y convertir tu Only Fans en un trabajo de tiempo completo en donde básicamente tendrás que transicionar a una estrella porno, no lo hagas”, agregó.
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Everon también menciona que el contenido que se sube a esta plataforma es fácilmente robado o copiado con capturas de pantalla y de video, y posteriormente cargado en otras páginas de pornografía. Esto quiere decir que, aunque las personas tienen que suscribirse y pagar una mensualidad para recibir el contenido, este contenido no es “privado”, como generalmente se quiere hacer ver.
“No es seguro, no es privado, cualquier persona puede tomar tu contenido. Lo que es realmente difícil de aceptar para mí, es que todo lo que yo he puesto en Only Fans, está por todo internet y lo estará por siempre porque es imposible eliminarlo todo y tengo que vivir con eso. Además, hay personas que han tomado mis fotos y mis videos y han hecho cuentas falsas pretendiendo ser yo, para ganar dinero vendiendo mi contenido”, confiesa esta mujer, cuyo video explicando las razones por las cuales Only Fans le arruinó la vida, alcanzó más de 150 mil visualizaciones en YouTube.
El testimonio de Jada es solo uno de las muchas declaraciones de mujeres que están confesando que aunque Only Fans se vende como una plataforma “sofisticada” de “empoderamiento femenino”, realmente no es más que otra forma de ofrecer contenido sexual a cambio de dinero, distribuir pornografía y normalizar la cosificación de la mujer.
El auge de Only Fans
Only Fans es un servicio de suscripción de contenido británico que permite a personas mayores de edad monetizar fotos, audios y videos, y establecer un precio mensual para que sus seguidores accedan a estos. Aunque Only Fans toma el 20% de todos los pagos, las personas pueden ganar dinero adicional ofreciendo “servicios personalizados” como el sexting (envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles) y contenido “exclusivo” a través de mensajes privados a sus suscriptores.
La plataforma se lanzó en 2016 y ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente durante la pandemia del COVID-19, tiempo en el que muchos vieron en este tipo de sitios un camino para ganar dinero desde casa. Durante la crisis global por el coronavirus, personajes que se dedicaban a la pornografía tradicional e incluso modelos y celebridades, migraron a Only Fans para vender sus fotos y videos.
Pese a que la plataforma también es utilizada por creadores de contenido masculino y no binario en diversos campos, estadísticas de Hubite, una Startup española que captó el tráfico de Only Fans, revelan que más del 97% de “creadores digitales” que ofrecen visualización de contenido erótico o pornográfico a cambio de dinero, son mujeres.
Además, uno de los atractivos principales de Only Fans es que dichas mujeres no son solo «actrices porno» sino más bien del común, lo cual amplía la diversidad de opciones de consumo de material sexualmente sugerente o explícito, y da la impresión de generar una relación más cercana y realista entre el suscriptor y el creador de contenido.
Prostitución, bestialidad y abuso infantil
Una investigación publicada en 2021 por la BBC reveló que menores de 18 años estaban vendiendo contenido y apareciendo en videos explícitos en el sitio, a pesar de ser ilegal. Este medio de comunicación denunció que Only Fans no tiene controles efectivos para evitar que niños y adolescentes aparezcan en videos sexuales y a la venta.
La BBC entrevistó al agente especial Austin Berrier, del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., quien se especializa en investigar la explotación infantil en línea. De acuerdo con Berrier, cada semana entre 20 y 30 imágenes de abuso infantil se originan desde Only Fans.
“Casi todos los foros de internet que ha visitado como parte de sus investigaciones en los últimos seis meses han incluido imágenes de abuso infantil de Only Fans. La mayoría de ellos son videos que se transmitieron en vivo en el sitio. En algunos de ellos, los niños reciben instrucciones”, informaron desde este medio, que asegura que después de estas denuncias Only Fans sigue teniendo problemas con la erradicación de contenido de abusos y violaciones de menores.
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Aunque Only Fans tiene “moderadores” que vigilan y verifican el contenido que se sube a la plataforma, la BBC recibió documentos internos filtrados que muestran cómo dichos moderadores parecen tener cierta tolerancia hacia cuentas que publican contenido ilegal, especialmente si se trata de perfiles con muchos suscriptores.
“Only Fans permite que los moderadores envíen múltiples advertencias a cuentas que publican contenido ilegal en su plataforma antes de decidir cerrarlas. Descrito como un ‘manual de cumplimiento’, los documentos también muestran que se le pide al personal ser más tolerante cuando se trata de cuentas exitosas”, dicen desde la BBC.
Los investigadores entrevistaron a algunos de estos moderadores, quienes confesaron ver con regularidad anuncios de servicios de prostitución, bestialidad con perros y material que parece ser incesto dentro de Only Fans. Uno de estos moderadores aseguró que, pese a encontrar videos de sexo en público con terceros involucrados y contenido violento con armas y drogas, han habido ocasiones en las que Only Fans le ha reclamado por “moderar en exceso”.
Un caso conocido por los periodistas mostraba a un hombre comiendo heces y pagando a personas sin hogar para tener sexo con él. La publicación también menciona el testimonio de un detective en Texas (EE. UU.), que afirma haber visto casos específicos de trata de personas en videos de Only Fans, por los signos “obvios” de algunas mujeres que se ve que están bajo el control de otra persona.
“El detective Joseph Scaramucci asegura que algunos hombres aceptan pagar por tener sexo con estas mujeres y añaden un extra por ser filmados y subir los videos a la plataforma”, aseguraron los periodistas de la BBC. Ante estas denuncias, Only Fans aseguró que los videos fueron eliminados y que los documentos filtrados no son manuales oficiales. No obstante, contenido explícitamente prohibido sigue circulando en la plataforma: ofertas sexuales a cambio de dinero, concursos para conocer y tener relaciones sexuales con un determinado “fan” con el fin de aumentar propinas y anuncios de escorts.
“Los lugares más populares para la promoción de escorts en Only Fans se encuentran en los nombres de usuario de los creadores, en sus biografías, descripciones de contenido y menús de sugerencias que ofrecen videos personalizados. Los ejemplos de este tipo de promoción incluyen referencias a PPM (Pay per meet o pago por encuentro en español), «CashMeets«, «Resérvame», «IRL Meet» y otros. La BBC encontró más de 30 cuentas activas que usan estas palabras clave en sus biografías, perfiles y publicaciones, solamente en un día”, se lee en el artículo.
Diferente marketing, mismo contenido
La diferencia entre una página tradicional de pornografía y Only Fans se trata de marketing. Para nadie es un secreto que promocionar pornografía de manera directa en redes sociales aún guarda –quizás– unos mínimos de restricciones que muchos de los contenidos que se suben tradicionalmente a estos sitios no cumplen, especialmente si tienen que ver con menores de edad, trata de personas y prostitución.
Por esto Only Fans, con más de un millón y medio de cuentas de “creadores digitales” y 82 millones de fans suscritos, empleó una estrategia de marketing más astuta: venderse como un servicio de producción erótica accesible para cualquier tipo de persona –en su consumo pero también en su generación–, ofrecer la ilusión de participar de manera «anónima» y hacer todo esto en nombre del “empoderamiento femenino”.
“Para la pornografía convencional, Only Fans ha sido lo que el estriptis para la prostitución: una actividad de entrada, una exhibición sexual que parece estar aislada de la explotación del contacto piel a piel, un empleo temporal para quienes están entre la espada y la pared por su situación financiera y tienen pocas o ninguna alternativa”, escribió Catharine A. MacKinnon en un artículo publicado por The New York Times en 2021 titulado “El mito de que Only Fans es una plataforma segura para el trabajo sexual”.
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Y es que precisamente ahí es donde está el engaño. Ya no se necesita ser un «profesional» del porno para recibir dinero por subir videos y fotografías sexualmente explícitas o contenido multimedia que invita a mantener prácticas sexuales o que, de hecho, las mantiene en muchos casos. Con Only Fans solo se necesita acceso a internet y una cámara. El dinero empezará a generarse inmediatamente, y en muchos casos se podrá mantener por un tiempo, pero llegará el momento en el que si los suscriptores no obtienen lo que desean o lo que se imaginan, o si simplemente se aburren, saltarán a otro perfil.
“Es una realidad de la industria del sexo comercial. Es tan fácil dejarse absorber por el agujero negro de la demanda para que muestres más, hagas más y sobrepases los límites…Ya hemos visto esto en otras formas del porno amateur. Las chicas nuevas pueden ganar un poco de dinero, pero una vez que la novedad desaparece, es ir a lo grande o irse a casa”, confesó una sobreviviente de la industria del sexo comercial en un artículo publicado por Treasures, una organización americana de mujeres sobrevivientes de la industria y el tráfico sexual.
¿Proxenetas digitales?
De fondo, todo el contenido y la forma en la que se comercializan cuerpos mayormente femeninos en Only Fans es igual a como se maneja cualquier página pornográfica en la industria sexual. De hecho, ya se ha descubierto que miles de cuentas en esta plataforma son controladas por “proxenetas digitales” que sacan tajada de la venta de cuerpos y servicios sexuales. Así lo denunció el medio El Español en 2022, cuando sacó a la luz que en España, por ejemplo, dichos proxenetas cobran hasta 400 euros al mes por sustituir a “modelos”.
“Una vuelta de tuerca al chulo de toda la vida, en versión digital. Porque la definición de prostitución en el diccionario de la RAE dice lo siguiente: Actividad de quien mantiene relaciones sexuales con otras personas a cambio de dinero. Por tanto, aunque estas relaciones sexuales sean virtuales, quien se aprovecha de los beneficios que estas generan ejerce el proxenetismo”, señalan desde El Español.
Estos periodistas encontraron que en internet se publican constantemente ofertas de trabajo por parte de «empresas» que buscan “chateadores en línea”. Los requisitos para obtener dicho trabajo se describen como “ser capaz de chatear con los fans como si fueras la modelo, enviar mensajes atractivos, tener buenas ventas durante el turno y saber vender el material de la modelo”.
Estas supuestas «empresas», como una llamada KC Incorporation radicada en Barcelona, se venden como “compañías de marketing” que prometen potencializar las cuentas de mujeres en Only Fans. Incluso, muchas ofrecen tarifas por realizar todo el proceso, desde la apertura de la cuenta, la creación y administración del contenido, además de “asesorías personalizadas”.
No son solo desnudos
En medio de todas estas polémicas, medios de comunicación como Bloomberg News han salido en defensa de Only Fans y otras plataformas similares como “Manyvids” o “Just For Fans”, asegurando que estos sitios son lugares “seguros” para adultos y “trabajadores sexuales”.
La realidad, sin embargo, sigue siendo completamente opuesta. Primero porque, como dijo Catharine A. MacKinnon en The New York Times, es difícil pensar en la prostitución (en la industria pornográfica convencional, en las calles o en redes sociales como Only Fans) como un trabajo en el sentido de productividad y dignidad. Segundo, porque el sexo (presencial o digital) por el que se paga no es realmente una relación sexual en el sentido de intimidad y mutualidad. Muchas sobrevivientes de la prostitución y el tráfico sexual, dice MacKinnon, perciben esta actividad como una “violación serial”, y consideran el término “trabajo sexual” como una manipulación del lenguaje y un abuso emocional.
“La mayoría asume que, si no es exactamente deseable, la prostitución es necesaria o inevitable e inofensiva. Estos puntos de vista sobre la prostitución subyacen y rodean cualquier debate sobre la trata sexual, ya sea que la prostitución se distinga de la trata o se considere indistinguible de ella, ya sea que se vea como una forma de libertad sexual o se entienda como su negación última”, se lee en un estudio de esta misma autora sobre trata, prostitución y desigualdad, publicado en Harvard.
Suponiendo que estas plataformas fueran “seguras”, no se presentarían ciberdelitos con el contenido que se sube a internet, ni tampoco robos bancarios por suplantación de identidad, y mucho menos denuncias de abusos infantiles o tráfico sexual. No habrían empresas interesadas en monetizar un contenido que es verdaderamente “privado”, ni testimonios de mujeres que aseguran que Only Fans es una estafa y que la pornografía amateur solo hace parte de los constantes reinventos de la industria pornográfica y sus esfuerzos por normalizar su consumo y producción.
La violencia sexual y la explotación sexual comparten el disfrute tácito de la persona agresora o del cliente, la relación de poder absoluto, y la falta de continuidad en la relación social o emocional después del encuentro erótico. La cosificación de las mujeres en ambos casos sintetiza y explica la degeneración progresiva de las relaciones y de la estructura social actual.
Lo que hay detrás de Only Fans y su constante romantización y apariencia de glamour es un oscuro panorama del abultado negocio de la pornografía que siempre ha funcionado como combustible para delitos y abusos ya bien conocidos: abuso sexual infantil, trata de personas, tráfico sexual, prostitución, falso consentimiento, coerción, extorsión, acoso y violación, entre otros. Todo esto sin contar con las consecuencias directas en la salud mental de quienes se ven envueltos en el mundo de la pornografía y el sexo comercial.
Que el discurso sea diferente, o que el feminismo y la farándula de Hollywood pretendan ofrecer un falso empoderamiento al invitar a las mujeres a ser “sus propias jefas” a costa de vender sus cuerpos, no cambia esta realidad.
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